El cuidado de las personas con dependencia requiere un profundo análisis pero también propuestas prácticas, rápidas y eficaces para todas esas hijas y esposas que están a cargo de su familiar. Estas mujeres deben afrontar a diario una sobrecarga que se mantiene en el tiempo lo que deriva en importantes consecuencias para su propia calidad de vida y su salud.

La duración de la «jornada laboral» de una cuidadora no tiene principio ni fin. El tiempo tiene un desarrollo circular, y no lineal. Pero el «coste» de cuidar es mucho más amplio incluso que el resultado de sumar las horas dedicadas a determinadas tareas: la vida de esta mujer (esposa o hija) se ve condicionada en gran medida por su rol de cuidadora tanto de forma inmediata como a largo plazo.

Hay que tener en cuenta  que los cuidados a una persona con Alzheimer pueden durar 8-10 años, por tanto, los cuidados durante tanto tiempo y sin apenas apoyos de otras personas hace que los impactos sobre la calidad de vida y la salud sean muy importantes incluso, una vez fallecida la persona cuidada.

El apoyo emocional se circunscribe, actualmente, como uno de los pilares en el autocuidado. Aunque necesario, se queda corto y a menudo no es accesible cuando la mujer ya se ha sumergido completamente en la escalada del cuidado.

El pilar de nuestras estrategias de autocuidado  consiste en evitar que aparezca la figura de la cuidadora principal o atenuarla en caso de estar instaurada. Para ello trabajamos a partir de un marco centrado en la comunidad y la familia porque es inviable e injusto cuidar en solitario por todas las consecuencias derivadas. Es por ello, que sostener los cuidados de una persona dependiente debe ir más allá de ser una cuestión privada de cada familia, puesto que en este sistema familiar emerge casi de forma natural esta  figura de cuidadora principal.

La Gerontología Crítica y Comunitaria parte de la base de no afrontar ni construir desde lo  individual, sino desde lo  colectivo; desde esa comunidad que es lugar de complejidades compartidas y de identidades comunes

Será imprescindible para ello, organizarse y establecer redes de ayuda mutua y no dejar cuestiones tan importantes únicamente, en manos de la comunidad sanitaria y política que hasta el momento sólo parecen interesados en ofrecer solamente recetas insuficientes.

 

Debemos volver a tejer comunidad como pilar de sostevidabilidad